jueves, 18 de marzo de 2010

La Personalidad

I. El origen etimológico de la palabra personalidad

Un siglo antes de J.C. los actores romanos adoptaron la costumbre, que habían implantado los griegos, de salir a escena con el rostro cubierto por una máscara. La palabra personalidad, al igual que la de "persona", deriva del latín "personam", palabra que designaba a la máscara con que cubrían su rostro los actores durante las representaciones dramáticas. Poco a poco, el término fue pasando de su significado concreto a otras de índole más abstracta.

A lo largo de la historia se han dado muchas definiciones del término personalidad. La personalidad no es más que el patrón de pensamientos, sentimientos y conducta que presenta una persona y que persiste a lo largo de toda su vida, a través de diferentes situaciones.Hasta hoy, Sigmund Freud, es el más influyente teórico de la personalidad, este abrió una nueva dirección para estudiar el comportamiento humano.Según Freud, el fundamento de la conducta humana se ha de buscar en varios instintos inconscientes, llamados también impulsos, y distinguió dos de ellos, los instintos cocientes y los instintos inconscientes, llamados también, instintos de la vida e instintos de la muerte. Los instintos de la vida y los de la muerte forman parte de lo que él llamó ELLO, o ID. Y el yo, o ego.

- Los instintos de la vida:En la teoría de freudiana de la personalidad, todos los instintos que intervienen en la supervivencia del individuo y de la especie, entre ellos el hambre, la auto preservación y el sexo.

- Los instintos de muerte:En la teoría freudiana, es el grupo de instintos que produce agresividad, destrucción y muerte.

El ELLO:.Es la serie de impulsos y deseos inconscientes que sin cesar buscan expresión.
El yo, o el ego:Es parte de la personalidad que media entre las exigencias del ambiente (realidad), la conciencia (superyó) y las necesidades instintivas (ello), en la actualidad se utiliza a menudo como sinónimo del ego.


II. Rasgos de la personalidad.

No son más que las disposiciones persistentes e internas que hacen que el individuo piense, sienta y actué, de manera característica.

Teoría de los rasgos:
Los teóricos de los rasgos rechazan la idea sobre la existencia de unos cuantos tipos muy definidos de personalidad. Señalan que la gente difiere en varias características o rasgos, tales como, dependencia, ansiedad, agresividad y sociabilidad. Todos poseemos estos rasgos pero unos en mayor o menor grado que otros.Desde luego es imposible observar los rasgos directamente, no podemos ver la sociabilidad del mismo modo que vemos el cabello largo de una persona, pero si esa persona asiste constantemente a fiestas y a diferentes actividades, podemos concluir con que esa persona posee el rasgo de la sociabilidad.Los rasgos pueden calificarse en cardinales, centrales y secundarios.

- Rasgos cardinales:Son relativamente poco frecuentes, son tan generales que influyen en todos los actos de una persona. Un ejemplo de ello podría ser una persona tan egoísta que prácticamente todos sus gestos lo revelan.

- Rasgos Centrales:Son más comunes, y aunque no siempre, a menudo son observables en el comportamiento. Ejemplo, una persona agresiva tal vez no manifieste este rasgo en todas las situaciones.
- Rasgos secundarios:Son atributos que no constituyen una parte vital de la persona pero que intervienen en ciertas situaciones. Un ejemplo de ello puede ser, una persona sumisa que se moleste y pierda los estribos.

Las cinco grandes categorías de la personalidad:

1. ExtroversiónLocuaz, atrevido, activo, bullicioso, vigoroso, positivo, espontáneo, efusivo, enérgico, entusiasta, aventurero, comunicativo, franco, llamativo, ruidoso, dominante, sociable.

2. AfabilidadCálido, amable, cooperativo, desprendido, flexible, justo, cortés, confiado, indulgente, servicial, agradable, afectuoso, tierno, bondadoso, compasivo, considerado, conforme.

3. DependenciaOrganizado, dependiente, escrupuloso, responsable, trabajador, eficiente, planeador, capaz, deliberado, esmerado, preciso, practico, concienzudo, serio, ahorrativo, confiable.

4. Estabilidad emocionalImpasible, no envidioso, relajado, objetivo, tranquilo, calmado, sereno, bondadoso, estable, satisfecho, seguro, imperturbable, poco exigente, constante, placido, pacifico.

5. Cultura o inteligencia
Inteligente, perceptivo, curioso, imaginativo, analítico, reflexivo, artístico, perspicaz, sagaz, ingenioso, refinado, creativo, sofisticado, bien informado, intelectual, hábil, versátil, original, profundo, culto.


III. Adquisición de la personalidad:

Cuando hablamos de personalidad, y más aún de su desarrollo, debemos tener bien claro la distinción entre dos conceptos: genotipo y fenotipo.

- Genotipo, se refiere a las personalidades del sujeto debido a su constitución biológica, es decir, a los que podría o debería ser. Está determinado por la herencia y el desarrollo neuropsicológico de los primeros años.

- Fenotipo, se refiere a la manifestación conductual de la personalidad del individuo, o sea, lo que hace y cómo se muestra. Está determinado por el genotipo y por los procesos de aprendizaje a los que se vea sometido el sujeto a los largo de su vida.


IV. ¿Interviene la herencia en la adquisición de la personalidad?

La personalidad se desarrolla sobre una base heredada. Ignoramos, sin embargo hasta qué punto la herencia determina en realidad las posibilidades de un individuo y en qué medida puede el ambiente superar las tendencias hereditarias. R.B. Cattell estimaba que las variaciones de la personalidad en la madurez han sido determinadas en un 80%, más o menos, por el ambiente y en un 20% por la herencia; lo cual quiere decir que, respecto a cualquier característica personal tomada al azar, es probable que el ambiente haya influido cuatro veces más en ella que la herencia. No obstante, en casos especiales, un rasgo puede venir determinado en su totalidad por factores inherentes al individuo.


V. Enfermedades Mentales: Las Fobias

Las fobias son un trastorno psicológico que tiene una amplia incidencia en la población mundial. Una de cada veinte personas, aproximadamente, padece una fobia de uno u otro tipo. ¿En qué consisten? El manual de diagnostico de los trastornos mentales las define como un “temor acusado y persistente que es excesivo o irracional, desencadenado por la presencia o anticipación de un objeto o situación específicos”. Una persona fóbica siente un miedo exagerado y sin sustento real ante determinadas situaciones u objetos, y en ocasiones esto puede incluso provocarle malestar físico: temblores incontrolables, mareos, sudoración excesiva, palpitaciones, etc. En los casos más extremos, pueden llegar a producirse ataques de pánico.

- Necrofobia: El miedo a la muerte es algo natural e instintivo en el hombre, posiblemente porque la muerte es lo desconocido. Además, se asocia la muerte con los padecimientos que la preceden, dolor, sufrimiento, etc. Sin embargo, algunas personas padecen de una verdadera fobia a la muerte y a los seres muertos. Quienes padecen de esta condición no pueden explicar con claridad el sentimiento escalofriante que experimentan al estar frente a una momia o a un cadáver.

- Sociofobia: Se trata de un persistente e intenso miedo a ser juzgado negativamente en situaciones sociales. Es una fobia de las más comunes entre adolescentes y jóvenes, se calcula que cerca de un 4% de las personas entre 18 y 55 años la padecen. A diferencia de lo que sucede en la mayoría de las fobias, esta fobia social es igualmente común en hombres y mujeres.


VI. Trastorno de la dependencia emocional

La dependencia emocional es la necesidad afectiva descomunal que una persona siente hacia otra en sus diferentes relaciones de pareja.

Las personas con trastorno de la personalidad por necesidades emocionales acostumbran a tener una relación de pareja tras otra –con algún periodo en soledad, porque no siempre resulta tan fácil saltar de una relación a otra-, suponiendo que exista ruptura, algo que, generalmente, estará propiciado por el compañero o compañera del dependiente. Se enganchan de tal manera al otro que por muy mal que éste se porte, permanecerán en la relación llevados por su miedo a la ruptura y a la soledad.

Lo malo es que el perfil que les gusta como pareja es el de personas engreídas, narcisistas y presuntuosas a las que puedan idealizar, o el de personas conflictivas, con problemas y centradas en sí mismas a las que idealizan de la misma manera que “salvan” de sus calamidades, sin darse cuenta –o sí- de que están profundamente enganchados a estas personas.

1 Búsqueda continua de relaciones de pareja, planteándose la vida siempre al lado de alguien.
2. Necesidad excesiva de la pareja, que deriva en contactos muy frecuentes y a veces inapropiados (p. ej., llamadas telefónicas continuas mientras la pareja está en una reunión de trabajo), y que no se debe a dificultades cotidianas, toma de decisiones o asunción de responsabilidades.
3. Elección frecuente de parejas egoístas, presuntuosas y hostiles, a las que se idealiza con sobrevaloraciones constantes de sus cualidades o de su persona en general.
4. Subordinación a la pareja como medio de congraciarse con ella, que facilita el desequilibrio entre ambos miembros de la relación.
5. Prioridad de la relación de pareja sobre cualquier otra cosa, que puede ocasionar una desatención prolongada de aspectos importantes del sujeto como su familia, su trabajo o sus propias necesidades.
6. Miedo atroz a la ruptura de la pareja aunque la relación sea desastrosa, con intentos frenéticos de reanudarla si finalmente se rompe.
7. Autoestima muy baja, con menosprecio de las cualidades personales o minusvaloración global del sujeto como persona.
8. Miedo e intolerancia a la soledad.
9. Necesidad excesiva de agradar a las personas, con preocupaciones continuas sobre la propia apariencia física o sobre la impresión que ha generado en ellas.



Tamira Guijarro y Esther Rangel
2º Bachillerato C

No hay comentarios:

Publicar un comentario